18 nov 2012

Camino de redención.



En los primeros años 90 Steve Earle dejaba de asomarse al precipicio para arrojarse directamente al fondo. Una vida personal rota y desordenada, adicto a la heorina, su carrera flojeando y para echar el broche, ingreso en prisión acusado de posesión de cocaína.  Después de la purga carcelaria vendría la resurrección artística con el acústico Train a Comin´y el eléctrico I Feel Alright. En 1996, con estos discos como imponente credencial, se revaluaba y grababa el especial televisivo To Hell and Back desde el centro penitenciario Cold Creek Correctional. Ante una audiencia de convictos, un Steve Earle pletórico y sobrado de grandes canciones, cumplía con sus trabajos a beneficio de la comunidad y celebraba su vuelta al mundo de los vivos.

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